viernes, 20 de mayo de 2005

Canada II - Squamish

Continuando con la "saga" anterior esta vez comento lo poquito que pudimos ver por Squamish, este lugar a tan solo una hora y media de Vancouver (en coche) es increíble, granito de todas las formas y maneras posibles, recuerda en cierta manera a otro valle dentro de Norte América, evidentemente Squamish no es comparable ni en altura, ni en dificultad ni por supuesto en misticismo y todo lo que rodea al "otro" pero es una experiencia única en si misma.

Squamish tiene varios sectores, si como sectores entendemos montañas y paredes directamente, es una mole de granito impresionante donde predomina la escalada sobre fisuras y adherencia con empotramientos y off-width's por doquier, diedros increíbles, etc, cosas que nosotros solo habíamos visto en las fotos de las revistas, realmente toda una experiencia única trepar por estas paredes.

Ademas tenemos cerca una estación de esqui, bueno decir estación como se conocen en España es engañar, pensar en un dominio de esos bestiales de los alpes pero a lo grande desde esqui alpino, travesias, corredores, hielo, dry tooling, vamos lo que quieras relacionado con el agua en estado solido, es Whistler, aquí podemos encontrar de todo, eso si bastante caro, a tan solo 40 minutos de Squamish es una buena alternativa si el tiempo no acompaña (cosa que nos paso a nosotros no paro de llover menos un dia y es que esto es bastante habitual).

Hay muchas vias en Squamish (cerca de 1500), algunos sectores están bastante lejos (cosa de 30 min en coche) pero en casi todos tenemos de todo, desde vías deportivas de un solo largo para meterse mucha caña a 7 o 10 largos de 5.8, 5.9 con chapa en los puntos claves, en general no abundan las chapas y es todo de meter trastos, ir sin friends es una perdida de tiempo o bien te quedaras con la cara de idiota mirando las paredes grandes, ni que decir que los amantes del artificial aquí se pueden poner las botas, es obvio.

La zona que conocimos fue una de las grandes clásicas: The Chief.














Como comentaba en el anterior post las fotos son de pésima calidad y cuando hay fotos, en la enorme placa tumbada que se ve en el centro hay diversión para rato, lo demás quedaba fuera de nuestro alcance tanto en grado como en ganas de meternos en ciertas cosas con el material que teníamos.

La verdad es que nos sentimos como si estuviéramos en un Yosemite en miniatura, tengo muy buenos recuerdos de esta zona, eso si como comentaba antes solo pudimos ver la pared seca un día, el resto a llover.

Para dormir esta vez optamos por un motel, escalar y la lluvia te hacen oler muy mal como para seguir durmiendo en el coche.



Me hubiese gustado estar mas tiempo por Squamish pero no pudo ser, no desecho la idea de volver aunque tenga que hacerme dos días de aeropuertos, esto junto con las Rocosas son sitios donde espero volver alguna vez, cargado con cámara y material, no es que no tuviéramos cámara de fotos, lo que teníamos era una cámara de vídeo japonesa que solo hacia fotos, así que, la verdad es que fue una pena pero no podía comprar una digital que estaban muy caras en aquella época y yo tenia muy poco dinero.

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